sábado, 6 de diciembre de 2014

El cuento viejo

 I

Ambos sabíamos que no éramos piezas que encajaban en un tablero llamado destino

nadie nos puede culpar por las románticas locuras que dieron forma a nuestra adolescencia

…que podría pasar cuando juntas dos suicidas en un reino de pequeñas dificultades

…que esperaba el mundo cuando nos besamos por primera sin pedirle permiso a la noche

teníamos la esperanza de volver alguna vez en este tiempo

nunca creímos que alguna vez firmaríamos juntos la ultima pagina que le daba la razón al destino

II

Nuestras calles se borraron como caminos afirmados en el desierto

nuestras canciones fueron llevadas por el viento a oídos del olvido

y nuestros nombres fueron acallados en un naufragio previamente maldecido

III

Ambos sonreímos cuando nuestros viejos sueños se presentan como recuerdos

ambos callamos cuando alguien pregunta “te atreviste por alguien?”

lo cierto es que ambos le damos vuelta a un café o un coctel

como remos en un bote dibujando un remolino en el presente

sabiendo que no hay historia que supere aquel viejo cuento en nuestro cerebro.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Podría ser poesía

Desde que me fui
o antes
desde que te fuiste
reconozco que los colores se han escurrido de los edificios
de la flores
de semáforos
de los anuncios de neón que han resultado en grisaseos tonos 
¿Son estos nuevos colores?
o existo entre el blanco y negro
¿Es este el mundo despierto?
o el de ensueño a color.

Te fuiste antes del final
o me fui sin esperar 
reconozco que mis razones se han devaluado en mi juicio
en morales farsantes
en reglas honorables
en pizarrones vulgares
en murales de pinta callejera que se han esparcido para dar paso a la modernidad
nada que sea mejor
o ya no percibo lo peor
nada que me haga volver
o nunca hubo un porque.

-Atemporales-
© Fran Terrones Julca

lunes, 6 de octubre de 2014

Personaje de quimeras

I. 
Incluso en las fantasías en las que te enredaba
entre mis dedos
entre mis cabellos
era yo un extraño andando
las sombras y los gatos se ocultaban
y las luces en los postes se apagaban
como un ser alado y caminando
o un ave reptando
dueño absoluto de lo improbable
gobernador irrefutable de lo ilusorio
mostrando un país matizado
desaparecí en el rastro de tu anhelo
y entre los días en un solo parpadeo.
  
II.
La verdad empezó su marcha en paralelo con el perecedero destino que nos marcaba el presente como el único suelo/
separando de manera mágica los demonios que nos desgarraban a cada paso que marcaba nuestro avance/
con el refugio invisible que se levantaba con el cruce de nuestras miradas cada uno de nuestros encuentros/
hasta que la ineludible tormenta que se levantó con la fuerza de la realidad inundando el suelo donde maduraban nuestros sueños/
quebrando los ideales que construimos al liberarnos de las ataduras negras del pasado/
para finalmente borrar cada rastro que nos llevaba hasta aquellos encuentros bien planeados.
  
III.
Visito mi sepulcro
como al pasado
como un extraño
no me reconozco
aunque sonrío
algo loco.




© Fran Terrones Julca

sábado, 2 de agosto de 2014

Vuelos y tráfico

I
Tal vez nunca viste en pleno vuelo
mas que dirigir tu cuerpo al futuro
quizá nunca pude ver al caer
que volaba solo en un presente.


II
Aquel tiempo en el que con la brisa mañanera planeábamos en nuestros sueños
no vuelven a mí aquellos detalles al elevar la vista y ver las aves rodearme en memorias.


III
Solo necesito saber si reconociste alguna vez  un hogar la ver el cielo
ahora que no hay nido al que solía yo volver
necesito saber si alguna vez creíste que nuestro palpito fue un solo ritmo
pues ahora lo único que necesito es saber.


IV
Quizá nunca sentiste esa libertad
aunque siempre fuimos libres
habiendo en nuestros brazos la muda promesa
que hasta hoy convertimos todo en quimera.


V
Siempre contra el viento
entre el sol y tu limite
aun recorro en paz la noche
cuando vuelas lejos
como una sombra en mi pensamiento
el aroma del solsticio de invierno
o el silencio que en secreto oculta un juramento
llego hasta el borde
disolviendome en el resplandor de tu alegría
disipandome en el perfume urbano
o perdiéndome en el bullicio mecánico.


 año 2010
© Fran Terrones Julca

miércoles, 28 de mayo de 2014

Fluidez de la ciudad

I
Una a una caen las notas que deje a tu servicio
y desaparece la mágica época a la vuelta de la esquina
si aquella
que me ve una vez al año
me cuenta de tu sonrisa
me felicita por dejarme vencer
y me llora cuando la olvido.

Una a una se van borrando las letras que le dedique a tu sonrisa
y las reemplazan finas navajas que bebo en la bodega
si aquella
que me alberga
cobija
y esconde. 
II
 En la urbe se levantan verticales más historias
de juego perdidos que se confundieron en una bruma
frívolos coqueteos en estuches de cuero
como un reptil cambiando de forma sobre las paredes
me desplazo como testigo de eventos anunciados con besos
cariños
miradas
presagios en un emporio de falsos gritos
piezas a merced de complejos y elogiados
siendo el cielo solo un lugar donde se pierden mis enfoques
y el infierno solo la romántica idea de los más inocentes
me extravío en conceptos varios  que yo mismo reflejo

III
 
Un solo ruido
es la voz del suburbio
mi pobre pulso
se retarda
la estación indefinida
sin calor ni frio
un solo sueño
olvido en la puerta
o en el grisáceo seno
de mi Lima hermosa 

IV
 Necesito el silencio que me trae una oxida madrugada
necesito caigan mis parpados para elevarme en la enormidad de la negrura
sin rasgos de cortes sobre la superficie de un bio-mecanismo y mente cansada
mis salidas de escape son para otros puertas de entrada
mi evolución el manifiesto del andar con voz agotada y conciencia despierta
he dejado una caja de recuerdos sin melodía
he maquinado mi destino sin queja valedera
sin poseros epitafios retiro mi presencia del reflejo que alumbra
la historia completa se sabrá en mi canción muda
o en la caída de cada grano en el reloj de arena.

V

Una hora más tuvieron para contarse sus historias
iniciar así el programa que le da la forma a este evento
del que vale cada herida y gota de ensueño
girando esta mágica secuencia de imágenes sublimes
de ángulos imaginarios
planos imposibles
despedidas históricas
y encuentros improbables.

Una hora más me quedo para documentar tras bambalina
presenciar el comienzo de lo que sería esa larga aventura
en la que me alumbro con el naranja y la nicotina
brindo con tradicional extravagancia
y me despido hasta la próxima manía.

© Fran Terrones Julca
2014

domingo, 20 de abril de 2014

Puro cuento


I



Lo entrañable de la vida pasada en donde se ha disfrutado en carne propia algún sueño al azar tal vez sea el tener una ilusión, una fantasía intocable, algo a lo que no llegarías, ahora sé que de tenerlo poco queda por descubrir, por profanar, echarle cemento a una fantasía haciéndola real en una sentencia de muerte escrita por la mano de uno mismo.



Decide ver
decide pisar la tierra que invadiste
crecer en la verdad
cuan mal estoy
cuan enfermo
cuan agonizante
para volver a nacer conciente
real
como la mañana a la tarde
como la tarde a la noche
en un ciclo casi mágico
el paraíso comienza y termina al correr los días.



No tengo porque esperar que las cosas cambien para que pueda seguir andando, no espero que el camino que elegí describa una línea recta y tampoco espero de mí un arte excepcional que me salve de mis visiones y noches de demonios alcohólicos. Estoy aquí simplemente, pensando, despierto, tirando una red para atrapar los pocos sentimientos que quedan por rescatar y lanzando piedras a un océano de ideas esperando despertar algo.


II


La noche no tenía nada de especial, regresaba de una visita intrascendente cuando decidí entrar a una tienda que hace también de cantina, aburrido de respirar me senté con mi botella y pidiendo una gaseosa, la muerte entró y se sentó, como suele hacerlo, sin avisar y sin que la invitasen:
Sigues en el lamento de siempre

Me ofreció un cigarrillo mientras el humo se le escapaba por los agujeros de su oscura vestimenta. Ah, perdón sino les he descrito ciertos detalles, la tienda se hallaba de camino a casa, en un barrio al cual solía ir para pasar el rato de vago, ya nadie me recordaba, era un lugar poco elegante por no decir que era una mierda, oscuro por donde ponían las mesas y siempre había un viejo en una de ellas, desde que entré no dejaba de mirarme; en fin, y la muerte está mas o menos como la vi la última vez, quizá algo mas jorobada y un poco menos amarillenta ya que cada vez que levantaba la cabeza podía notar sus calavéricas facciones y me dijo:

“Siempre
 el lamento de siempre
mi existencia es un siempre,
 para siempre,
por siempre,
como siempre,
dormirás por siempre“

Luego de beber un sorbo repuse:

“Has venido por fin entonces
a llevarte mis días
a llevarte mi futuro
Siempre has vivido,
el sendero de la vida es para ti tan claro
como lo es para mí tu llegada.”

Me contestó casi de inmediato y con un tono altanero:

“Como todos esperas una verdad
un orden
una lógica
erigimos nuestras bases en lo relativo
en el provecho;
triste pero cierto”

Aspiré un poco el humo que salía de mi boca, la miré:

“Hemos hallado un punto entonces
desde donde se vislumbra una verdad
una esencia”


Conseguí detectar, en ese momento, cierta emoción, pero tal vez fue producto del veneno que bebía, le digo veneno por la calidad del licor que entraba hacia mi ya dañado organismo, me importaba que en ese instante que no haya nadie frente a mí, que el anciano de la esquina no me viese o  el encargado de la bodega no viera que estaba ahí sentado hablando con el aire; una vez verificado esto le dije muy bajo:

“Todo comienza con el amor a la vida;
el dinero
la materia
tan cruda
se pueden dejar ir;
el pasado se debe dejar podrir;
es la esencia
el sentir es lo que nos guía
como un mágico instinto,
nuestra naturaleza
cumple nuestros parámetros
amamos destruir
y nos destruye lo que amamos”
  
Tomé un gran sorbo y esperé su respuesta que llego con desgano:

“No es mi misión entender lo que hacen seres tan ajenos a mi línea eterna “

Trague un poco de humo y me apresuré a interrumpir:

“En nuestra mortalidad
en nuestra incapacidad de verla
y a su vez sabiendo de antemano tu llegada
como una sorpresiva lluvia,
siempre a mitad de camino,
vamos dándole importancia a todo”

Literalmente se hizo humo y como de costumbre sin avisar ni despedirse, parece loca algunas veces pero porque detenernos a pensar en algo así, después de todo, ya se hace tarde y debo regresar, tal vez hubiera sido bueno tomar un taxi pero me acabé hasta el ultimo sol en cigarros así que… a mojarse.

Siempre me agradó Lima de madrugada, no importa por cual calle de la ciudad termine, siempre es la misma sensación, camino y mi mente va contra el sentido de mis pasos, a veces creo que no estoy mas que en un retroceso continuo, añorando un amor del cual ya he perdido su forma, como si se hubiese diluido en estas lloviznas Limeñas, como si hubiesen, gota a gota, minuciosamente, lavado cada herida de mi corazón y hubiesen  arrastrado el dolor a las entrañas del asfalto.

Como sea parece que un manojo de sensaciones me rodean sin que yo pudiera hacer algo al respecto, debo confesar que no es algo nuevo, pero tampoco es algo que me agrade, he decidido enamorarme, sin importar que sea un imposible, Dios, sus ángeles y mis demonios saben que conozco  perfectamente lo que significa tal  palabra, como si alguien me hubiese dado el guión de mi destino escrito con letras tan grandes  que suelo leerlas  hasta en la peor de mis borracheras.

Cruzando un parque, en medio de un camino de tierra muerta y un poco de basura se me interpone una lechuza, siendo alumbrada casualmente por un poste dándole una apariencia particular o más bien macabra, me detuve, era ya tarde y debía llegar a la casa, ignoro porque… estaba cansado así que decidí rodearla, seguro se estaba alimentando de los ratones del parque, pero cuando estaba a punto de salir de este, que se encontraba en un lamentable estado, otra vez se me aparece esta lechuza pero esta vez se posa en lo alto de un poste, de esos altos que alumbran las avenidas  y entonces se presentó:

“Como un fantasma,
ni siquiera como tal
vacío te sientes
hasta que llego yo
una pasión de alas blancas”

La miré un momento, no me pareció haberla visto antes, claro que desde que se me presenta la muerte, hace varios años  ya, no me importa que se me aparezcan mas cosas, hubo un tiempo en el que creí que me había abandonado la razón, tal vez sufría ya de delirios o esquizofrenia debido a tantos químicos elixires en mis épocas oscuras pero después de instruirme sobre el asunto resolví que no era así, porque cada vez que me pasaba esto advertía que la gente no se percataba por mas que yo le conversara durante largo rato, ahora, solo trato de averiguar porque es que me pasa esto y porque es que lo he tomado con tanta naturalidad, en fin, seguí mi camino, el trago me había dejado cansado y decidí convencerme que era un efecto del licor aunque conocía bastante bien la diferencia entre este y los alucinógenos.

Legué a la casa, le di un mordisco a una presa de pollo que sobré del almuerzo y subí a mi habitación para escuchar las alas de esta ave posándose en mi ventana, vale decir que yo casi nunca la cerraba porque me gusta el viento, aun en invierno, bueno, antes de dormir le dije:

“Con la muerte
yendo y viniendo
ya es difícil atravesar la vida,
con la gente
con sus reglas
ya es difícil tener un horizonte
no necesito nuevas maldiciones para mi mente”

Caí dormido aunque en mi último pensamiento me dijo que no sería tan fácil deshacerme de esta nueva pasión.


III



Desperté, algunas veces creo que nunca despierto y que esto no es más que la alucinación de algún loco, pero el caso es que era lo suficientemente real como para escuchar el laberinto de la calle, bulla que martiriza hasta al más fanático de los seguidores de Mahoma, encendí la computadora mas por costumbre que por el ansia incontrolable de escribir y me percaté que a parte de algunas cuantas plumas habían otros regalitos que me dejó mi amiga lechuza, excremento que tuve que limpiar antes de desayunar, como si no fuera suficiente la acidez y ganas de vomitar que tenía por el trago del día anterior.

Terminé el aseo y crucé por todas las molestias que se tiene después de pasarse de tragos, incluyendo la idea que se tiene de haber hecho algo malo cuando en realidad se ha bebido solo, entonces mi memoria se activó y me preocupé de verdad por el asunto de estar hablando solo, porque eso de que los animales intercambien sus inquietudes conmigo no era algo para pasar por alto, ya me había acostumbrado a la Muerte , eso ya era bastante, como sabía que un siquiatra no me ayudaría en nada decidí interrogar a alguno de estos personajes a ver si había alguna otra persona en este dilema, era Sábado y no quería ir a trabajar con una preocupación más.

Pero para que se me presentara la Muerte tendría que esperar a la media noche y eran recién las 3 de la tarde, no tenía nada de ganas de ver a ninguno de los amigos a los que  no había encontrado la noche anterior, haciendome sentir mas solo que de costumbre, pero como tengo una suerte de lo más curiosa se aparece esta chica en su auto nuevo tocando el claxon y desquebrajando la poca paz que había conseguido escuchando algo de Kitaro, preciosa la mujer, aunque va a ser algo doloroso la describiré como mejor pueda: su cabello era ondeado y negro, lo tenía largo hasta la mitad de la espalda, tenía los ojos pardos aunque algunas veces parecía que se aclaraban mas de la cuenta, sus cejas eran bien definidas, muy finas para mi gusto pero bueno, su nariz era recta y su boca parecía una pincelada de los dioses; cada vez que se iba yo me ponía a pensar que la naturaleza se había esforzado más con ella que con otras hermosas criaturas, pero eso claro está expuesto al gusto particular de cada individuo.

Era de esas mujeres que no te las puedes quitar de la cabeza una vez que las conoces, su cuerpo, bueno yo la conozco desde hace mucho y en honor a la verdad la he visto de todos los pesos, pero sospecho que siempre fue delgada y que dependiendo al enamorado de turno engordaba o adelgazaba, como sea tenía una figura preciosa, lo único malo era tal vez que no era exactamente la mas culta de mis amistades, creo que precisamente era su simplicidad lo que mas me atraía, pero era una amiga, o intentaba convencerme de eso.

En fin, ahí estaba ella y yo con el humor del licor que me salía por los poros así que el hice señas para que subiera, como vivía en el tercer piso de un edificio de 5 dejé la puerta abierta y me tiré de cabeza a la ducha por segunda vez, le dije que tome lo que quisiera y que saldría en un rato, salí con el cabello mojado y la encontré como era su costumbre tirada en mi cama mirando algo sobre modas, me miro con una expresión de desaprobación

-Nunca entenderé porque te haces esto-
-Hace recién una hora que me ha pasado el dolor de cabeza, porfa no me recrimines nada porque ya es demasiado tarde-
-No me sorprende que te haya dejado Vero-
-El día que rechace un trago será el día en el que realmente debes preocuparte y... hablando de esto, ¿Quieres una chela?-
-¿Vas a ponerte a tomar de nuevo?-
-bueno... ¿para que has venido a todo esto?-
-Carlos es un imbécil-
-Eso ya lo sabíamos-
-No me ha dejado ver a Julito porque dice que se pone mal-
-Bueno- le digo para calmarla y poniendo la mejor cara posible – tal ves sea cierto ¿no?

Ella siguió despotricando mientras yo pensaba en el tipo de idiota que debería ser el hombre, y en las ganas que tenía de darle un beso a esta morena; no escuche nada de lo que dijo en los siguiente minutos aunque asentaba la cabeza como si supiera de que diablos me estaba hablando hasta que por fin terminó:

-¿Tu que dices?-
-Como siempre tienes la razón, como te dije, es un imbécil, tu igualito de casaste... y tu enamorado de turno, ¿que onda con el tío?-
-Ese es otro, no me deja trabajar tranquila, me llama todo el día y si le digo que no me llame a la oficina porque estoy ocupada me dice que no quiero que se enteren que tengo enamorado-
-Y  es verdad-
-Si pero no es para que haga tanto escándalo-

La saqué de mi cuarto antes que me vinieran mas ideas al cerebro de cómo tirarla a la cama y quitarle el conjuntito sport elegante con el que se apareció, de pronto ocurre justo lo que no quería que pase con alguien presente, nuestra amiga Lechuza apareció posándose en el filo de la venta asustando a la pobre Viky que por cierto era bastante asustadiza  así que rápidamente la introduje en el cuarto y salí, por más increíble que suene, a entablar una conversación con Lechuza:

“Sin tiempo
y sin más despedidas
partirás ahora
dejándome en la paz que he deseado desde llegada la mañana”


Me miró a los ojos y se elevó posándose en un frondoso árbol que se encontraba a una cuadra de distancia, Viky ya estaba riendo al teléfono con su enamorado, no me sorprendió, me alisté y le hice señas para salir, sabía que iría a verlo porque las chicas como ella eran demasiado buenitas como para darse cuenta cuando un pendejo las está cagando, como sea no era mi problema, hay gente que aprende jodiendose nomás, no escuchan, lo que si era la única amiga que ya les contaré cuando la conocí.
  
IV


Otra vez de regreso, a media noche, este maldito distrito parece una tómbola popular cada fin de semana, es como un circo de gente que cree estarse divirtiendo o la han convencido que ciertas cosas son divertidas o por último creo que solo un 10 por ciento de todos estos si se divierte de veras.

Me quedé en el parque tratando de recordar lo que hacía aquellos días, cuando el mundo me parecía demasiado grande y el tiempo no pasaba nunca, ciertamente me deprimió aunque me hizo sonreír, me metí a un bar del que alguna vez me botaron, nadie me reconoció, es mas, estaba bastante cambiado; el nombre, el que atendía, seguramente también el dueño, me sentí realmente incomodo, si no fuera por esas ganas de tomar un trago no hubiese entrado, lo que pasa es que los sábados tienen un efecto extraño en mí, es como si en algún momento me hubieran maldecido o algo así, nunca puede quedarme quieto este día, siento que me llama, que me estoy perdiendo algo, y digo siento porque no es así, lógicamente no me pierdo de nada y no tengo porque salir a gastar plata que no me abunda.

Yo nunca me doy cuenta cuando estoy enamorado, o me percato demasiado tarde como para volver a tras, aclaro este punto porque apareció... ¿Quién creen y acompañada de quien creen?, fue en vano tratar de esconderme en este endemoniado e iluminado lugar, me miró y se saludó, parecía que sus problemas habían desaparecido, se sentaron lejos pero cuando estaba por irme ambos se acercaron.

-Hola, mira, te presento a Raúl-

Tengo que reconocer que hacían buena pareja por fuera, el individuo era alto, bueno más que yo, parecía invertir su tiempo en un gimnasio, describámoslo como un individuo piedrón lo que es razonable ya que con una chica como ella, solo la ganaría el mas aventajado en el aspecto y en el nivel económico. Lo saludé muy amable por supuesto

-¿Estas solo?-

Le dije que esperaba a alguien, aunque ella sabía que no era verdad entendió la indirecta, no quise ser descortés ni caerle mal a un tipo celoso, al poco rato me fui.
Ya en las calles me di cuenta que se habían acercado a mi seguramente por la insistencia de Raúl, para asegurarse quien era yo o que pasaba, es por eso que trato de no verla pero ella era de esas chicas que una vez que las conoces no puedes dejar de pensar en ellas, así que me fui pensando en lo linda de ella y en lo idiota del otro, maldito el momento que nos hicimos amigos, cerca a casa, escucho una voz desde lo profundo de un frondoso y altísimo árbol:

“La amistad
se levanta con la fuerza del amor
y es en amor en lo que puede terminar”

Un sobresalto me hizo botar mi cigarro

“Sin permiso
ni anuncio publico
tu intrusión es única
exacta
presisa
y odiosa”


Ya había aceptado que muchos de los tornillos que mantienen mi cerebro en un funcionamiento racional se habrían caído en alguna borrachera junto con mi reloj, mi Zippo y mi licorera.

©Fran Terrones Julca
2014

lunes, 31 de marzo de 2014

...en una hoja de tu otoño

No estuve cuando abriste los ojos
hace tanto mi sombra se despidió  de tu sábana
que cuando abriste nuevamente tu corazón
los sueños habían envejecido 
 evaporandose
y elevandose en un remolino al firmamento…

Desconozco el momento en el que llegaste a la ultima pagina
o no me detuve en la estación donde te vi dormida
sospecho que la verdad finalmente nos liberó del todo
del reclamo que moriría con mi personaje
de una disculpa que se diluiría en tu mejilla.

Ahora veo que hay sueños de un día
como una magia momentánea que no se repite
siendo tan parecidas las horas
y las hojas de otoño.

domingo, 9 de marzo de 2014

Juegos de exilio

Si sé que estas por ahí, es porque la noche me ha convertido en una sombra mas/
y con el tiempo a mis espaldas hasta mis enemigos me olvidaron ya/
aun me sigue importando más la dirección que mi destino/
estoy tan seguro de no volver como de que jamás quedaste esperando.

No he tocado a la puerta de ningun corazón/
no he vendido alguna ilusión/
no he volado desde que deje las alas en tu cajón/
no he caído para no darte la razón.

Te he escuchado miles de veces/
pero al despertar no recuerdo tu voz/
los días eran contigo aunque no estabas conmigo/
te sigo besando por las noches/
aunque al resucitar ya no soy el mismo/
las noches eran despidos que esperaban ocultos.

©Fran Terrones Julca

sábado, 22 de febrero de 2014

Mi extravagancia

I
…y tu mirada llega hasta él como alguna vez cayó en mi retina
sumidos en el romance que emanaba de nuestra temprana experiencia
y tus brazos llegan hasta él como alguna vez rodearon mi mundo
sonrío al instante que parpadeabas desde tu simular y mi puesto.

II
Aunque se han apresurado los días en pasar
inmutables se han impregnado mis sentires hacia ti
ahora que alumbra la mañana tu nuevo tiempo
libre como las aves con las que siempre quisiste jugar
corre tu sombra sobre el oscuro sendero
que más nunca de mi mano te podre guiar.

III
De una oscuridad especial me valgo para rodear lo lumínico de tu alegría
desde esa estación abandonada he perdido tu eco pronunciado mi nombre
en mi andar disimulado he ocultado el desasosiego al escuchar tu nombre
acompañado por el buen porvenir que aquel adiós le dio a cada uno de tus días.

IV
Si en un demente me convierte que de pronto sonría a mitad de la calle
o sea un reto cada inconsistente relación que se me cruce por la avenida
me encuentro más lúcido en mi cosmos purgadolo noche tras noche
tal vez los niños no cambiamos
pero al menos atesoramos.


© Fran Terrones Julca

martes, 21 de enero de 2014

El gato Fenix


Con esas gotas nacientes de mi pupila
iba yo curando el ala de un ángel que en mi yermo yacía
la tinta roja se derramaba en las páginas donde fuera yo a imprimir
los hechos que al terminarlos serían las más hermosas quimeras
que mi retorcida memoria no desecha en sus zambullidos alcohólicos.

Repaso las paginas en reverso como si del dueño del tiempo se tratara
quizá es demasiado tarde
quizá siempre fue demasiado tarde para sobre la burla de un vaticinio andar
sin importar las palabras que nacieran de lo más hondo de un casi inaccesible mundo
sin importar las suplicas de un espíritu dispuesto a desvanecerse en las horas continuas
el recorrido del mundo sigue en su interminable he invisible línea que nos rige y particiona
nuevas eras
nuevas sectas
nuevos amores
y una nueva silueta que a desritmo palpita con el latir de los vulgares corazones que circundan su espacio.

Un renacimiento cuesta sentimientos que no caben en el futuro inmediato
en el respiro comunitario que sopla con el gélido aliento que inibe el sentir innato
de tocar a tu puerta elevando mi cabello en la dirección contraria con la que ni lo intento
recojo los pasos y episodios que regados  deje hace tanto que solo se repiten cuando parto.

Como hecho de rojos naipes se desbarata el castillo que nos resguardaba
el oscuro sendero que he recorrido es una línea más desde esta altura
me aferro con las garras a los recuerdos desafiando la gravedad
desde este tejado he caído tantas veces que bostezo en la distancia de caída.

Adentrándome en la humedad y las lluvias de naturaleza extraña
agotando en cada respiro el negruzco espacio sobre el que practico maromas
fallecen relaciones que volaban en las ilusiones de reglas autónomas
de un campo de secas promesas secas y retorcidos arboles donde anidan fantasmas
vengo
y hacia las tierras de ardiente asfalto y colinas de frio pavimento donde se erigen las rutinas
voy
aunque volver por siempre será el deseo que con el pasar de las nubes casi no se extraña.

Se ha quemado mi traje colorido con las llamas de una adolescencia demente
la normalidad es un recurso que se espera de quienes nunca vieron la interrogante
escapando del edén establecido
o paseando por el caos del olvido
este mecanismo de engranes biológicos ante la presión de las miradas no sede
en el silencio genera ecos
en la ausencia destella

y en los sueños calla.

Una figura que atestigua ha sido relegada del protagonismo de sutil forma
observo al público y a los actores en una cotidianidad cada vez más distinta
en desbalance por el borde de las avenidas y puentes existe siempre una plataforma
desde donde mis ojos recolectan las luces que enmarcan el trajín de otra historia.






lunes, 20 de enero de 2014

Eventos - Desfiles


Interesante

Atemporales 2025 - 3

  I. No se si me lo dijo la lluvia No se si fue un susurro de una juventud naciente Lo único seguro era que un cambio sería un espiral...