
I
Todas las noches pretendo despedirme de ti/
cuando temprano te recuerdo con la primera luz/
con el primer canto de alguna ave desconocida.
Perfectamente disfrazado cerrando la puerta de cara al mundo/
mi corazón es el lastre que me mantiene en este suelo/
impedido de volar hasta encontrarte/
mis brazos ya no son tan largos como para alcanzarte/
perfectamente calibrado en una secuencia pulsante camino.
III
con mis manos puedo moldear el tiempo pues mi tacto aun no te ha desechado/
aquellos hechos se repiten una y otra vez en los linderos fuera de este continuo universo/
aun existe un ayer/
que puedo observar como tu admirador más leal en aquel intimo evento/
aquellas palabras surgen una y otra vez en un romance con el primer beso desahuciado/
siempre el ayer/
donde habitaremos cuando nos demos por vencidos/
donde nos encontraremos cuando nos alcance el destino.
IV
Gotas negras expandiéndose en tus planes/
el vacío colgado de mi brazo/
la jaula oxidada/
la ventana rota/