Dejé una despedida sembrada en la tumba de mi primera versión de amor
y así mire por última vez un amor muerto por la realidad
partimos tu al norte y yo al oeste buscando la costa
cruzo la última colina marchita
la más pronta a la frontera de mis sueños
a mis espaldas queda ese trecho de vida a merced de una amnesia que invade como un monstruo invencible
a mis espaldas dejo huellas que borran las lluvias y el polvo de este creciente desierto del olvido.