Esta claridad no quema, no ilumina como en los terribles veranos, los problemas laborales me infectan y callan mis ecos, todo lo que queda del pasado, todo a mi alrededor se convierte en un esquema repetitivo, colores atenuados por el carbono sobre las edificaciones, algunas aves que se contrastan en negro rompen el cielo, pero el color de sus ojos… si aun lo recuerdo; de forma inevitable este piso se está volviendo un desierto que se tragará las sensaciones sin conexión, sin nadie de ancla.
Con este filoso lastre me voy a hundir en una misteriosa he incomprensible estrategia tan propia de mi persona... aunque pueda con la soledad; este tedio diario insípido resulta demasiado aburrido, las cuchillas que extirpan capa tras capa mis sensaciones trabajan a una velocidad admirable, casi con la destreza de un experimentado cirujano y mientras el corazón se va marchitando para terminar siendo una suerte de maquinaria sin emoción esta se va convirtiendo también en un estorbo.
Las horas me sobran, los días, los meses, todo parece convertirse un solo estado, como si hoy, que camino sobre esta vereda a media tarde, estuviera en realidad caminando fuera de nuestra invención de horas, días o meses, mi mente afectada no recuerda mucho mas atrás, aunque esto no es un juego mucho se está perdiendo, necesito afinar mis emociones, ¿Alguien además de mi de mi quiere un trago?