para Nury
Mi corazón terminó por ceder al tiempo que una estrella desaparece en este firmamento;

entró la luna
acompañada por las tinieblas que rodean sus rayos,
se abre la puerta
y se dibuja afuera el clásico tránsito de cuerpos que me intoxica;
así es mi regreso
cruzando las avenidas,
los pasajes,
los parques bien cuidados y transformados
rodeado de cuerpos en exhibición que invocan a mi soledad más profunda;
a esto vuelvo,
a este cuadro,
frente a las luces rojas amarillas y verdes
frente al mar y sus cielos anaranjados y rosados
escenas de nueva composición
oscuras,
aberrantes,
saturadas de luz natural que derrite mis ganas;
bienvenido estoy
en paz asfixiante
sin tregua
me rodea
me reta a estimular emociones volcadas en los transportes
en las oscuras pistas que recibieron mi cuerpo aun estremecido
y sobre sus negras superficies
deseo quedara mi cuerpo inerte
La puerta a mis espaldas se cierra lentamente
el ahogo vuelve mientras por cada uno de mis poros le calor se escapa
gracias al cielo tengo afilados mis amuletos
gracias a los dioses que la oscuridad es lo único eterno
El vaivén de la gente no logra adormecer ni hacer caer en el olvido las ideas adictas a la muerte
el día y la noche no logran marcar un tiempo del que se pueda absorber alaguna esencia
los ruidos citadinos no hacen más que fundirse en un eco lejano y extraño
antes de cerrar los ojos se hunde todo en un gran pantano que me acelera en descomposición
Este estado espera por mis palabras incoherentes y mis acciones intrascendentes
se hace presente el silencio con ese espeso liquido rojo que con el tiempo se funde con lo negro del espacio
si este lugar ficticio
o aquel del que debo desalojar.