I
…y tu mirada llega
hasta él como alguna vez cayó en mi retina
sumidos en el
romance que emanaba de nuestra temprana experiencia
y tus brazos llegan
hasta él como alguna vez rodearon mi mundo
sonrío al instante
que parpadeabas desde tu simular y mi puesto.
Aunque se han
apresurado los días en pasar
inmutables se han impregnado
mis sentires hacia ti
ahora que alumbra
la mañana tu nuevo tiempo
libre como las aves
con las que siempre quisiste jugar
corre tu sombra
sobre el oscuro sendero
que más nunca de mi
mano te podre guiar.
III
De una oscuridad
especial me valgo para rodear lo lumínico de tu alegría
desde esa estación abandonada
he perdido tu eco pronunciado mi nombre
en mi andar
disimulado he ocultado el desasosiego al escuchar tu nombre
acompañado por el buen
porvenir que aquel adiós le dio a cada uno de tus días.
IV
Si en un demente me
convierte que de pronto sonría a mitad de la calle
o sea un reto cada
inconsistente relación que se me cruce por la avenida
me encuentro más lúcido
en mi cosmos purgadolo noche tras noche
tal vez los niños
no cambiamos
pero al menos
atesoramos.
© Fran Terrones Julca