I
Mi querida estación se acerca, la sensación de empuje no parece cesar
como si el negro espacio bajo mis pies se estuviera acabando
o estuviera buscando un sonido entre el rumor transeúnte;
hasta mí llega esta familiar neblina arrullandome como un ser inteligente
intentando la posesión a un espíritu desgastado
pero mi interior se resguarda en la incredulidad del resto
es así como me mantengo compacto
es así que me mantengo en movimiento.
II
Alumbro en un escaso destello cada imagen
al encenderse el anaranjado extremo de un cigarrillo usado
convertido en un olvido me queda el registro como destino
salpicado de dramas desapareciendo a nado veloz en este océano indiferente
al fin
después de todo
el camino sigue siendo único
la diferencia se haya en el recorrido.
III
La primera vez como parte de sueños que alguna vez fueron imposibles,
matizó de pálidos colores las experiencias que nacían del porvenir ansioso
pronto soy el observador en la ruta asentada por mi rastro profundo
que recorren a destiempo el viento y los días imbatibles.
IV
Las viejas canciones al oído
la burbuja musical surcando edificios
nuestra esfera privada como exilio
refugio urbano entre la marcha de los dormidos.© Fran Terrones Julca
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