I
Muy sutil la sensación
de dejadez atraviesa el polarizado vidrio
llegando hasta su áspera
mejilla por el desliz de sus lágrimas
esta resolana en su
mente evoca aquella cálida mano delineando su facciones
ahora reposa en el
suspiro de alivio donde se imponen sus programas
en la segura
estancia que no parte de un desvió
de pie frente al espejo observa correcta en aprobaciones.
II
La risa aparece en
su rostro como una contorsión automática
como el
funcionamiento esperado de los interruptores
como eléctrica reacción
por un toque en el tablero
reconoce por
concepto la definición frívola del amor tratado
niega por convicción
la experiencia de rendición ante los interpretes
para retozar en los
vacíos elogios de una compañía simulada.
III
Y el aroma blanco y
seco acaricia tu sonrisa mientras miras los jóvenes besos en el parque donde
solías pasear.
mientras la cucharita
tintinea como la armonía de una caja de recuerdos a cuerda abierta de improviso
puedes verlo en
subjetiva ilusoria esperando esa risa que le obsequiabas a diestra y siniestra
esa carcajada
que te aliviaba de un futuro que jamás esperaste terminaría contigo con no más
que una compañía perruna en tu cuarto
o el vacío que
llena el individuo en tu lecho comprendiendo cada aspecto de tu existir sin
lograr hacerte reír.
© Fran Terrones Julca
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