como un marco para un espejo que confunde la verdad con el reflejo
aquí estoy parado sin encontrar flores para mi muerte.
¿Dónde está la tierra que nos prometieron en los sueños primeros?
¿Dónde quedaron las plantas que regamos con nuestras intenciones puras?

solo se agitan frenéticos cuerpos disponibles con un sonido nuevo y seco
ruidos con aparente orden mezclados con voces en desorden
se va nublando mi visión
caigo en el mandato de una inalterable desesperación por subsistir
convenciendo a mi espíritu que esta es la esencia de vivir.
Rodeado de una frialdad que resulta de las sombras de edificios vecinos y brillos de automovil
esta era va pasando frente a mis ojos sepultándolo todo
haciendo de estos poemas un virtual papiro
arcaico y absurdo
que se pierde en el paraje remoto de mi propia historia.
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