I
Una a una caen las
notas que deje a tu servicio
y desaparece la mágica
época a la vuelta de la esquina
si aquella
que me ve una vez
al año
me cuenta de tu
sonrisa
me felicita por
dejarme vencer
y me llora cuando
la olvido.
Una a una se van
borrando las letras que le dedique a tu sonrisa
y las reemplazan
finas navajas que bebo en la bodega
si aquella
que me alberga
cobija
y esconde.
II
En la urbe se
levantan verticales más historias
de juego perdidos
que se confundieron en una bruma
frívolos coqueteos
en estuches de cuero
como un reptil
cambiando de forma sobre las paredes
me desplazo como
testigo de eventos anunciados con besos
cariños
miradas
presagios en un
emporio de falsos gritos
piezas a merced de
complejos y elogiados
siendo el cielo
solo un lugar donde se pierden mis enfoques
y el infierno solo la
romántica idea de los más inocentes
me extravío en conceptos
varios que yo mismo reflejo
III
Un solo ruido
es la voz del suburbio
mi pobre pulso
se retarda
la estación indefinida
sin calor ni frio
un solo sueño
olvido en la puerta
o en el grisáceo
seno
de mi Lima hermosa
IV
Necesito el
silencio que me trae una oxida madrugada
necesito caigan mis
parpados para elevarme en la enormidad de la negrura
sin rasgos de
cortes sobre la superficie de un bio-mecanismo y mente cansada
mis salidas de
escape son para otros puertas de entrada
mi evolución el manifiesto
del andar con voz agotada y conciencia despierta
he dejado una caja
de recuerdos sin melodía
he maquinado mi
destino sin queja valedera
sin poseros epitafios
retiro mi presencia del reflejo que alumbra
la historia
completa se sabrá en mi canción muda
o en la caída de
cada grano en el reloj de arena.
V
Una hora más tuvieron
para contarse sus historias
iniciar así el programa
que le da la forma a este evento
del que vale cada
herida y gota de ensueño
girando esta mágica
secuencia de imágenes sublimes
de ángulos
imaginarios
planos imposibles
despedidas
históricas
y encuentros
improbables.
Una hora más me
quedo para documentar tras bambalina
presenciar el
comienzo de lo que sería esa larga aventura
en la que me
alumbro con el naranja y la nicotina
brindo con tradicional
extravagancia
y me despido hasta
la próxima manía.© Fran Terrones Julca
2014