Sin ti la ciudad ha perdido su finura
es verdad que no se si ahora existas
en este irregular horizonte
donde se levantan las ventanas
donde los claxon no paran
donde ya corrió la sangre
es posible nunca te halle.
II

ese acurruco con el paso de mi mano
ese silencio en tu rostro inanimado
y esa extrañeza de tu falta
no eras tú, era una gata.
III
Los inviernos más cálidos
los veranos más frescos
con tu entrada y salida
y la música muy alta
no era nuestro lugar,
era un nido que debíamos dejar

IV
Quiza vuelas con las palomas
cuando estoy entre los gatos
tal vez paseas por las plazas
cuando estoy bajo tierra
creo te vi mirando por la ventana
pero no recuerdo si fue ayer
o será mañana...
(escrito de regreso en el asiento tracero de un Taxi)